Clases tarot
Ser un tarotista de excelencia
Un buen tarotista requiere de años de estudio y práctica, como todo en la vida la excelencia se consigue con mucho trabajo, esfuerzo y aprendizaje, no tan solo de tarot sino de filosofía, metafísica, astrología, numerología, kabbalah, sueños, magia, las leyes universales y otros oráculos, un poquito de intuición, y el talento de tener una mirada muy amplia de la vida y sus múltiples realidades, en constante evolución, por lo tanto, hay que estudiar mucho.
Todos tenemos la capacidad de interpretar oráculos, la diferencia radica en el tiempo que se invierte en estudiarlos. Siempre recomiendo estudiar tarot a todo aquel que deseé aprender sobre el viaje de la vida y sus propios procesos evolutivos. Por lo que es una tremenda herramienta de autoconocimiento.
Todos mis alumnos saben que la competencia dentro de este rubro es innecesaria, es un desgaste energético absurdo. Quién conoce las leyes del Universo comprende que siempre llegará aquel cliente correspondiente al nivel de aprendizaje del tarotista. (Ley de Correspondencia)
Otra cosa a destacar, es que la suerte no existe, el futuro siempre se está moviendo, debemos tener especial cuidado de no decretar sobre el futuro de nuestro cliente, porque podemos generar en él o ella, un efecto que se llama la profecía autocumplida, uno debe tener un profundo compromiso con el servicio, y jamás considerase que se tienen dones o talentos extraordinarios. Siempre recordar que mientras interpretamos el oráculo, somos un canal de la divinidad. La suerte se la hace cada persona. El tarot interpreta exclusivamente el presente y la proyección de ese presente, en un posible futuro.
Verónica Aros Cortes.
